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martes, 28 de febrero de 2012

GOOGLE EN EL PUNTO DE MIRA


Hasta hace poco Google se oponía a usar los datos de sus usuarios para lucrarse por temor a las reacciones negativas. Pero la rápida aparición de rivales que siguen las actividades en línea de los internautas, y que venden los datos ha hecho que Google se replantee este aspecto.

Así Google ha comenzado a utilizar los datos que tiene sobre los usuarios, para mostrarles anuncios “personalizados”.  Google es tremendamente importante para la privacidad en línea. Aproximadamente 75% de los usuarios globales de Internet, o 943,8 millones de personas, usaron sus servicios en junio, más que ninguna otra compañía, según datos The Wall Street Journal.

Google tiene una base de datos de sus usuarios inmensa y si se decidiera a usarla se colocaría a la cabeza del negocio de rastrear a los internautas y elegir que publicidad es la que le puede interesar.

La cuestión a debatir es el creciente comercio de este tipo de datos y la privacidad individual de los usuarios.

La venta de publicidad es una gran fuente de ingresos para Google, pero una cosa es utilizar los términos que usan los internautas en las búsquedas, y otra bien distinta es captar clientes basándose en información personal más concreta, como aficiones, círculos de amigos, ingresos, etc.

Está claro que el poder en la web actualmente depende de la cantidad de datos que tenga la empresa y de la inteligencia para usarlos. Por eso Google está preocupado, porque Facebook amenaza con desbancarle, ya que puede ser mucho más específico y contiene información más personal aún si cabe.

Se está pasando de la segmentación contextual, por ejemplo: colocando anuncios sobre gafas en una página de una óptica, a una segmentación por comportamiento que identifica a los usuarios y sus intereses.
Montserrat Díaz Santos
2º de Periodismo

3 comentarios:

Grupo Blog dijo...

Alejandro de la Fuente Escribano
2º de Periodismo e Historia

"Tenemos dos principios: ser transparentes con todos los datos que guardamos, explicando qué hacemos, cómo y por qué, y dar al cliente la posibilidad de escoger." De este modo, replicaba Peter Fleischer –máximo responsable de privacidad de Google- a la pregunta de una periodista de El País.

A mi parecer, la polémica no está (o no debería situarse) en si Google utiliza las palabras clave de nuestros correos personales, lo cual no es no sino, a mi modo de ver, un mero artilugio -en el sentido más mecanicista de la palabra- orientado a fines comerciales. Harto respetable, si la operación es legítima.

El problema que se presenta es si los datos que facilita el usuario son compartidos a terceros sin consentimiento presunto. Ahí se encuentra el verdadero debate. Ya se ha dicho que Facebook y Google caminan en una delgada línea entre la libertad y la privacidad. Ardua la tarea de delimitar derechos infringidos. Ojo, no debiendo restar ello que seamos críticos con nuestras acciones, y me refiero con esto a no leer contratos y ese tipo de actuaciones. En esta línea orientaba su discurso José Luis Rodríguez Álvarez, director de la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), en la entrevista con Juan Ramón Lucas en RNE.

Es fundamental que las cuestiones acerca de la privacidad online estén en boga, pues nos abren los ojos, en la medida en que identificamos problemas que requieren actuaciones consecuentes. Google sabrá demasiado; al menos estemos despiertos.

Grupo Blog dijo...

Alejandro de la Fuente Escribano
2º de Periodismo e Historia

Por cierto. Alternativas, haberlas, haylas. Frente al temor.

Grupo Blog dijo...

Villar Recuenco López
2º de Periodismo

La última política privacidad de Google fecha el 1 de marzo de 2012. Ésta describe: “qué datos recogen y los fines para los que llevan a cabo su recogida. Cómo utilizan esos datos y las opciones que ofrecen, incluyendo cómo acceder a los datos y actualizarlos.”

Parece ser que todos los datos que recogen es por nuestro bien. Para facilitarnos las cosas y mejorar sus servicios. Además, para tranquilizarnos afirman: “Compartiremos tus datos personales con empresas, organizaciones o personas físicas ajenas a Google cuando nos hayas dado tu consentimiento para hacerlo. Tu consentimiento será necesario para compartir datos personales especialmente protegidos.”

Todo muy convincente. Hasta que lees afirmaciones como esta de Alejandro Suárez, vicepresidente de la AIEI: "El truco está en hacernos creer que es gratuito algo que pagamos con información personal".

Con lo que ha dicho Montse podemos pensar que quizá lleve algo de razón. Que nuestra privacidad para Facebook o Google no sea más que una poderosa arma de negocio. Y esto asusta, mucho.
Y más cuando el propio director global de privacidad de ese navegador que ha conseguido fidelizarnos a todos aseguró que: “hace tiempo que es muy difícil respetar las leyes en Europa porque son 27 países y cada uno tiene sus propias normas”.

En definitiva. Alejandro, tomo nota: hay que estar despiertos.

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