Pages

  • Página principal

viernes, 17 de febrero de 2012

Un solo click entrar a otro mundo

De día o de noche, un niño o un adulto, todos permanecen conectados a Facebook, Tuenti, Twitter, Hi5 y otras tantas redes sociales. Saben de su utilidad y sus usos, pero ¿conocen sus riesgos?


Muchos son los tópicos que han traído consigo el nacimiento de las redes sociales. “Acercan a los que están lejos y alejan a los que están cerca” es la frase que, sin lugar a duda, mejor describe el uso de esta forma de comunicación virtual. Sólo es necesario un ordenador y conexión a Internet para entrar en el mundo 2.0, el mundo de las redes sociales donde puedes establecer contacto con un vecino de tu localidad o con una persona que esté al otro lado del charco.


Las redes sociales son formas de interacción social, definidas como un intercambio dinámico entre personas, grupos e instituciones. Las redes sociales más conocidas en España son tres: Facebook creada por Mark Zuckerberg en el año 2004 que cuenta con más 800 millones de usuarios en todo el mundo, Tuenti que nació dos años más tarde, en 2006, y a día de hoy alcanza los 12 millones de usuarios y Twitter, otra red social del mismo año, 2006 que cuenta con más de 200 millones de usuarios.

El público de las redes sociales es variado pero los más expertos y, a la vez, indefensos internautas tienen menos de 18 años. Son un sistema abierto y muy fácil de burlar si eres menor de edad: basta con cambiar tu fecha de nacimiento y ya formas parte de tantos millones de usuarios. Un amplio abanico de conocimientos para todas las edades al alcance de nuestro hijo, hermano o primo pequeño. Una de cal y otra de arena. Los niños pueden consultar por las redes sociales desde clases de apoyo para el colegio hasta contenidos inadecuados a su edad, incluso ser víctimas del acoso virtual, denominado ciberbullying, o llegar a temas más graves como ser extorsionados. 

Internet como origen de violaciones a jóvenes menores.
Muchas son las noticias que aparecen en los medios de comunicación sobre violaciones cometidas a menores de edad y, a partir de la difusión de las redes sociales, ya es común encontrar que el origen de las violaciones es a través de Internet.

Para que un desconocido pueda comunicarse con un menor por alguna red social solo tiene que enviar una petición de amistad a dicho menor. Éste tiene dos opciones o bien aceptarle y permitir que el desconocido pueda hacer uso de toda la información colgada en la red, o bien rechazarle. “No aceptes caramelos de extraños” decían muchas madres a sus hijos cuando se marchaban de casa, trasladada a la actualidad esa frase podría ser transcrita a “no aceptes a desconocidos en las redes sociales” pero descubrimos que sólo un 22% de los menores hacen caso y no consideran divertido relacionarse con extraños, por lo que no les aceptarían. Si distinguimos por sexos, los chicos están más dispuestos a adoptar ese nuevo tipo de prácticas para conocer gente, un 80% de chicos aceptarían la petición o solicitud de amistad de un extraño mientras que en el caso de chicas serían un 60% las que también aceptarían.

Ciberacoso escolar entre menores: Ciberbullying
El ciberbullying es el uso de los medios telemáticos, ya sea Internet, la telefonía móvil o los videojuegos online entre otros, para ejercer el acoso psicológico. Estamos hablando de que ambas partes, tanto acosador como víctima, deben de ser menores. Si hay algún adulto, entonces estamos hablando de otro tipo de ciberacoso. Por tanto el ciberbullying es cuando un menor atormenta, amenaza, humilla, chantajea, insulta o molesta a otro mediante las tecnologías telemáticas.

El grave problema que surge con esta nueva modalidad de acoso es el anonimato. No se conoce directamente al agresor ya que las redes sociales le permiten crearse un perfil falso o imaginario en la Red. Además las redes sociales le permiten también múltiples formas para acosar: colgar una imagen comprometida en Internet, publicar datos delicados, crear un perfil falso en nombre de la víctima donde se escriban a modo de confesiones en primera persona determinados acontecimientos personales, enviar mensajes amenazantes, etc. En resumen una larga lista de formas que dependerá de la imaginación del acosador o de la intención de hacer daño con un solo fin: humillar y menospreciar a la víctima.

Un 69% de los niños encuestados admite que ha utilizado Internet para perjudicar a alguien ya sea a través del envío de fotos, vídeos o cualquier otro material comprometido. En el otro lado del campo un 71% de menores reconoce que en algún momento se han sentido víctimas a través de Internet.

Consejos para los padres
Igual que la educación impartida desde el hogar es un tema importante a la hora del futuro de sus hijos, con las redes sociales ocurre lo mismo. Los expertos aconsejan que, para evitar situaciones problemáticas con el uso de las redes sociales, el ordenador que tenga acceso a Internet esté en el salón o el comedor. Si dejamos que el niño tenga el ordenador en su cuarto se aumentan las posibilidades de que los padres no sepan qué uso hace su hijo de Internet y, por tanto, estén ajenos a los problemas que puedan surgir.

Se recomienda también que mientras el niño o niña estén haciendo uso de la red, los padres no permanezcan ausentes, sino que se interesen por lo que hacen sus hijos e intervengan durante los momentos de navegación de los menores ya sea preguntando qué están haciendo y qué páginas están consultando o “echando un vistazo” a la pantalla del ordenador. Además existe la opción de configurar el ordenador para que los padres conozcan las rutas y conductas de sus hijos como navegantes. Incluso, como parte positiva que nos deja Internet, es conveniente que padres e hijos se conecten juntos y realicen a través de la red algún tipo de actividad en familia.

Estos son sólo algunos de los muchos consejos y aún nos queda un largo camino por recorrer pues o bien por la pasividad de algunos padres o bien por sus escasos conocimientos de informática, los niños reconocen que casi siempre tienen acceso a Internet sin vigilancia e incluso que algunos padres, como vemos en el gráfico siguiente, les permiten hacer cualquier cosa por la red, es decir, no tienen ninguna restricción en el uso de Internet. 

Curiosamente y respecto a las restricciones impuestas por los padres de las que estamos hablando, sí es cierto que un 69% de padres admiten "prohibir" a sus hijos comprar cosas por Internet, o un 50% de padres "prohíben" a sus hijos dar datos personales en la Red. Pero curiosamente sólo un 8% no permiten a sus hijos chatear y un 9% no permite a sus hijos utilizar redes sociales. Además un 22% de los padres encuestados reconoce que no le impone ninguna restricción a su hijo.

Los psicólogos y pedagogos nos recuerdan los riesgos que han traído consigo un mundo virtual y para prevenir los riesgos que puedan causar recomiendan fomentar el uso con cabeza de las nuevas tecnologías. Al igual que protegemos a nuestros hijos de las inclemencias del tiempo, interesándonos por las redes sociales y, en definitiva, por Internet, conseguiremos proteger a los menores de los riesgos que conlleva hacer click.

Fuente de los datos y porcentajes: Encuesta Generaciones Interactivas en España.


Una vez que ya tenemos los datos sobre la mesa os lanzo varias preguntas para vuestros comentarios:
-¿Crees que los padres realmente controlan a sus hijos en la Red? ¿Te parece bien que les impongan ciertas restricciones a la hora de navegar?
-¿Consideras que los niños y adolescentes están lo suficientemente informados de los peligros de Internet? ¿Quién crees que debería de educar a los niños de estos peligros? ¿La escuela o los padres? ¿O crees que deberían de aprender por ellos mismos?
-¿Crees que un niño de 10 años o un adolescente de 15 es realmente consciente de los peligros? ¿Y los padres? ¿Crees que son realmente conscientes de los riesgos a los que están expuestos sus hijos?


MªTeresa Cardeñosa de Heras. Grado de Periodismo





4 comentarios:

Grupo Blog dijo...

Montserrat Díaz Santos
2º de Periodismo
Yo creo que el problema reside en cierto modo en la brecha digital generacional. Los niños ahora nacen con la tecnología en la mano,y algunos padres apenas saben manejar el ordenador. Esto hace que sea más complicado controlar que están haciendo y prevenirles de los problemas de la red.

Yo estoy de acuerdo con que hay que imponer ciertas restricciones a la hora de dejarles navegar, pero también hay que dejarles un margen de intimidad, como en todo.

Últimamente y cada vez más a menudo se están dando charlas en los colegios para advertir sobre los peligros en la red y consejos,y no solo a niños,también a adolescentes de segundo de bachillerato, de hecho yo he recibido 2 charlas sobre esto en mi periodo escolar(una de ellas el último año de bachillerato).Por tanto a mi parecer es una tarea conjunta, tanto de los padres como del colegio.

Aún así no creo que los jóvenes y niños sean conscientes de los peligros de la red, pero es que muchas veces los adultos tampoco lo son.

Grupo Blog dijo...

Villar Recuenco López
2º Grado de Periodismo
Totalmente de acuerdo con Montse en que no creo que ni niños ni padres son conscientes del verdadero peligro de todo esto. Poca gente lo es. De hecho, nosotros mismo, yo al menos, necesitamos leer cosas como las que ha escrito Teresa para empezar a plantearnos con seriedad ciertas cosas.
La cuestión es clara: ¿si no son conscientes de lo que puede llegar a ocurrir, son igualmente responsables si sus hijos sufren alguno de estos peligros? Sí. Ante todo tiene que existir un interés por lo que su hijo conoce, por el ambiente en el que está madurando y por qué cosas empiezan a interesarle. En el proceso de formación de un niño los padres tienen un papel fundamental.
Tiene que existir un interés por parte de los adultos, y no tan adultos, por lo que tienen entre las manos. Un ordenador es algo bastante complejo y peligroso, como explica la entrada. Hay que controlarlo y, precisamente, aquellos que no conozcan realmente su poder han de ser los más desconfiados.

Al margen de esto. Rescato una frase que me encanta de la entrada de Teresa: "Acerca a los que están lejos, aleja a los que están cerca". Tengámolo en cuenta todos antes de estar con el movil entre las manos. A veces parece que estamos mejor plantados en la pantalla del movil que en la cafetería o en el cine junto al compañero de clase o el amigo.

Grupo Blog dijo...

Alejandro de la Fuente Escribano
2º de Periodismo e Historia

Internet ―a diferencia de lo que pueda pensarse― no es otra realidad paralela. Internet es la única realidad; vivimos en dos planos, pero dentro de la misma realidad. Por ende, las acciones en la virtualidad tienen (o deberían tener, a mi juicio) consecuencias sobre el mundo físico. Es una idea que no todo el mundo comparte, pues muchos consideran que la Web debe llevar aparejada una libertad total. El mito del buen salvaje, que tanto gustaba de reflexionar Rousseau, pero en versión digital.

A día de hoy, la arritmia vertiginosa de la sociedad de la información exige constantes revisiones de los principios éticos y morales. Para estar a la altura de la empresa, como bien señala Montserrat, la tarea es cosa de dos; por un lado, las instituciones que deben garantizar y velar por nuestros derechos y, por otro, a título individual, con el conocimiento necesario de los riesgos y responsabilidades.

Margaux ALEXIS dijo...

Margaux ALEXIS

Como lo habéis dicho, nadie se da realmente cuenta de los peligros de Internet y sobretodo de las redes sociales. Pienso que los niños no tienen bastante perspectiva para saber cuales son las informaciones que pueden poner en sus perfiles y cuales son las que no pueden poner.

Seria una buena idea una clase de prevención sobre los peligrosos de Internet en las escuelas. No sé como funciona en España pero en Francia, ya tenemos clases de educación sexual y de prevención sobre las drogas. Me parece lógico educar a las niños sobre este tema.

Pero también las redes sociales tienen su responsabilidad en el fenómeno ya que, aunque no te obligan a responder, te piden las informaciones. Por ejemplo, me parece extraño permitir a una persona poner su numero de teléfono.

Por fin, el tema de la responsabilidad de los padres es muy problemático. Pueden supervisar el acceso a Internet de sus hijos desde el ordenador familiar pero no pueden hacer nada si sus hijos utilizan otros ordenadores. Hay que tomar en cuenta que los niños son curiosos y quieren descubrir lo prohibido.

Publicar un comentario